Hermanos y hermanas en Cristo:
¡Paz en Cristo nuestro Sumo y Eterno Sacerdote!
¿Podemos decir que la Iglesia Anglicana carece de alguno de los elementos necesarios para la Salvación?
Tenemos la Palabra de Dios, la Fe de los Apóstoles, los Credos de la Iglesia Primitiva, los Artículos de los Concilios Ecuménicos, una Liturgia Santa, excelentes oraciones, Sacramentos Perfectos, Fe y arrepentimiento, los 10 mandamientos, los Sermones de Cristo y todos los preceptos y consejos del Evangelio.
Enseñamos la necesidad de las buenas obras, requerimos y definimos estrictamente la severidad de una vida santa. Vivimos en obediencia a Dios, estamos listos para morir por Él, y así lo hemos hecho cuando El lo ha requerido de nosotros.
Hablamos con reverencia de su Santísimo Nombre y lo adoramos al mencionarlo, confesamos sus atributos, AMAMOS A SUS SANTOS. Oramos por todas las personas, amamos a todos los cristianos, aun al más equivocado de ellos.
Confesamos nuestros pecados a Dios, a los hermanos que hemos ofendido, y a los ministros de Dios en caso de escándalo o intranquilidad de conciencia.
Comulgamos con frecuencia y tenemos la obligación de recibir el Santísimo Sacramento por lo menos tres veces al año.
Nuestros Sacerdotes absuelven a los penitentes. Nuestro Obispos Ordenan a los Sacerdotes, Confirman a los Bautizados, bendicen al pueblo e interceden por El.
¿Qué más hace falta para la Salvación?
Obispo Jeremías Taylor (1613-1667)
¡Paz en Cristo nuestro Sumo y Eterno Sacerdote!
¿Podemos decir que la Iglesia Anglicana carece de alguno de los elementos necesarios para la Salvación?
Tenemos la Palabra de Dios, la Fe de los Apóstoles, los Credos de la Iglesia Primitiva, los Artículos de los Concilios Ecuménicos, una Liturgia Santa, excelentes oraciones, Sacramentos Perfectos, Fe y arrepentimiento, los 10 mandamientos, los Sermones de Cristo y todos los preceptos y consejos del Evangelio.
Enseñamos la necesidad de las buenas obras, requerimos y definimos estrictamente la severidad de una vida santa. Vivimos en obediencia a Dios, estamos listos para morir por Él, y así lo hemos hecho cuando El lo ha requerido de nosotros.
Hablamos con reverencia de su Santísimo Nombre y lo adoramos al mencionarlo, confesamos sus atributos, AMAMOS A SUS SANTOS. Oramos por todas las personas, amamos a todos los cristianos, aun al más equivocado de ellos.
Confesamos nuestros pecados a Dios, a los hermanos que hemos ofendido, y a los ministros de Dios en caso de escándalo o intranquilidad de conciencia.
Comulgamos con frecuencia y tenemos la obligación de recibir el Santísimo Sacramento por lo menos tres veces al año.
Nuestros Sacerdotes absuelven a los penitentes. Nuestro Obispos Ordenan a los Sacerdotes, Confirman a los Bautizados, bendicen al pueblo e interceden por El.
¿Qué más hace falta para la Salvación?
Obispo Jeremías Taylor (1613-1667)