lunes, 30 de agosto de 2010

III. Martirios Apostólicos...

Propiamente el único martirio documentado en las Sagradas Escrituras fue el del Apóstol Santiago el Mayor (descrito en uno de nuestros de Agosto). Se conoce por tradición oral que los apóstoles sufrieron todos el martirio, siendo San Juan el único que sobrevivió al suyo, consistente en ser hervido en aceite, al ver que milagrosamente quedaba intacto, el emperador Domiciano le conmuta la pena por el destierro.

Santiago el Menor fue lanzado desde lo alto del templo de Jerusalén pero al quedar vivo un soldado le aplasto la cabeza con un mazo.

Bartolomé fue desollado vivo en Albania, ciudad de Armenia. Este hecho ha sido fuente de inspiración de muchos artistas.

Andrés fue crucificado en una cruz que ahora lleva su nombre, y que tiene la forma de una X, su martirio duro 2 días.

Felipe muere apedreado en la ciudad de Frigia en Asia menor.

Simón, muere cortado por la mitad con una sierra.

Tadeo, (llamado San Judas Tadeo), muere a garrotazos en Persia, por eso se le representa con un mazo o bastón en la mano izquierda.

Pedro, natural de Betsaida, antes de su conversión trabajó como pescador en Cafarnaúm. Fue martirizado en la ciudad de Roma durante el reinado del emperador Nerón; muere crucificado de cabeza alrededor del año 67.

Mateo (llamado Leví, el recaudador de impuestos) muere de una estocada o golpe de espada por la espalda.

Tomas, se cree que murió atravesado de abajo a arriba por unas lanzas.

Se eligió a Matías para sustituir a Judas Iscariote. De San Matías se conoce poco, solo se sabe que murió también crucificado.

Aunque san Pablo no fue discípulo personal de Jesús, fue llamado el Apóstol de los gentiles. El fue convertido por Cristo luego de una visión que tuvo durante su camino a Damasco, a que él era un perseguidor de cristianos y pasó a ser el principal propagador de la formación de la doctrina cristiana. Pablo, por ser ciudadano romano tuvo el “privilegio” de sufrir la pena capital por decapitación, no crucificado, siendo esta pena considerada menos dolorosa y más efectiva. San Pablo murió alrededor del año 67, en el mismo año en que murió San Pedro.

Oración de San Francísco de Asís

Señor, haznos instrumentos de tu paz.

Donde haya odio, sembremos amor;

donde haya ofensa, perdón;

donde haya discordia, unión;

donde haya duda, fe;

donde haya desesperación, esperanza;

donde haya tinieblas, luz;

donde haya tristeza, gozo.

Concede que no busquemos ser consolados, sino consolar;

ser comprendidos, sino comprender;

ser amados, sino amar.

Porque dando, es como recibimos;

perdonando, es como somos perdonados;

y muriendo, es como nacemos a la vida eterna. Amén

sábado, 28 de agosto de 2010

Buscando caminos hacia la unidad...

Discurso sobre la unidad de todos los Cristianos.

ESTAMBUL, martes 23 de febrero de 2010 (ZENIT.org).-
El Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, defiende el diálogo ecuménico emprendido con las demás confesiones cristianas, y especialmente con la Iglesia católica, en su Mensaje con motivo del Domingo de la Ortodoxia, que se celebró el pasado 21 de febrero, primer domingo de Cuaresma.

La unidad entre los cristianos, afirma el Patriarca, es “voluntad del propio Cristo”, y “condición necesaria” para el diálogo con el mundo. En este sentido, critica a los “círculos” que se oponen a este diálogo, a quienes acusa de “distorsionar” la realidad para inquietar a los fieles.

Por ello, invita a “confiar en la Iglesia” a los cristianos ortodoxos, pues “ la Ortodoxia no tiene necesidad de ningún fanatismo o intolerancia para protegerse a sí misma”.

“Quien cree que la Ortodoxia tiene la verdad no teme el diálogo, porque la verdad nunca ha estado en peligro por el diálogo”, afirma Bartolomé I.

Necesidad del diálogo

El Patriarca explica en el Mensaje que la Ortodoxia “no es un tesoro de museo que debe ser preservado, sino que es un soplo de vida que debe ser transmitido para fortalecer a todas las personas”.

Si la Ortodoxia “se encierra en sí misma”, afirma Bartolomé I, corre el riesgo de convertirse en “un grupo introvertido y concentrado en sí mismo, un gueto al margen de la historia”.

Sin embargo, subraya, este diálogo “no puede alcanzar el mundo exterior, a menos que primero pase por todos aquellos que llevan el mismo nombre”, los cristianos, con el fin de “resolver nuestras diferencias, a fin de que nuestro testimonio al mundo exterior pueda ser creíble”.

En este sentido, afirma que estos esfuerzos por la unidad “son la voluntad y el mandato de nuestro Señor”.

“No es posible que el Señor sufriera por la unidad de sus discípulos, mientras que nosotros permanecemos indiferentes acerca de la unidad de todos los cristianos. Ello constituiría una traición criminal y una transgresión de su mandato divino”.

Distorsiones

Por ello lamenta la actuación de ciertos círculos, a los que denomina “fanáticos”, que “reclaman para sí el título de defensores de la ortodoxia”, y que se oponen a la decisión “de todos los patriarcas y de los Sínodos Sagrados de las Iglesias ortodoxas de todo el mundo, que decidieron por unanimidad seguir apoyando estos diálogos”.

Pero particularmente lamenta que estos sectores críticos “incluso no duden en distorsionar la realidad para engañar y alarmar a los fieles”, silenciando “el hecho de que el diálogo teológico se lleva a cabo por decisión unánime de todas las Iglesias ortodoxas”.

“Se difunden falsos rumores de que la unión entre la Iglesia católica romana y la ortodoxa es inminente, mientras que ellos saben muy bien que las diferencias que se discuten en estos diálogos teológicos siguen siendo numerosas y requieren de un largo debate”.

También desmiente que el Papa quiera “someter a los ortodoxos”, y rebate la acusación de “herejía”, afirmando que no existe prueba alguna de que, en sus contactos con los no ortodoxos, “la Iglesia Ortodoxa haya abandonado o negado las doctrinas de los concilios ecuménicos y de los Padres de la Iglesia”.

Llamada a la unidad

El Patriarca insiste en que la unidad querida por Cristo es la razón de que, “con el acuerdo mutuo y la participación de todas las Iglesias locales ortodoxas, el Patriarcado Ecuménico haya llevado a cabo durante muchas décadas un diálogo oficial panortodoxo con las Iglesias y confesiones cristianas más grandes”.

“El objetivo de estos diálogos es, en un espíritu de amor, discutir lo que divide a los cristianos, tanto en términos de fe, como en cuanto a la organización y la vida de la Iglesia”, subraya.

También afirma que “con un sentido del deber y la responsabilidad, a pesar de los obstáculos y problemas, como primer trono de la Iglesia Ortodoxa, el Patriarcado Ecuménico se preocupa por la protección y el establecimiento de la unidad de la Iglesia Ortodoxa, a fin de que con una sola voz y un solo corazón, podamos confesar la fe ortodoxa de nuestros padres en todas las épocas e incluso en nuestros tiempos”.

Por ello invita a los fieles a “tener mayor confianza en su Madre Iglesia. La Iglesia Madre, a través de los siglos, conserva y transmite la ortodoxia, incluso a otras naciones. Y hoy, la Madre Iglesia está luchando en medio de circunstancias difíciles para mantener la ortodoxia vibrante y venerable en todo el mundo”.

Consagración a la Santa Madre de Dios


Santísima Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra: Humildemente te entregamos y consagramos nuestro corazón y nuestra alma, prometiéndote amarte con fidelidad. Dígnate, aceptar benigna este ofrecimiento y alcánzanos de nuestro Señor y Salvador Jesúcristo, valor y gracia para cumplirlo.
Míranos como cosa tuya para que, custodiados por tu maternal bondad, vivamos santamente muramos en gracia de Dios y consigamos la eterna felicidad de la Gloria.
Amén.

viernes, 27 de agosto de 2010

Pediran la incorporación de mujeres curas a la Iglesia católica romana.

La gira de cuatro días del Papa Benedicto XVI por Inglaterra y Escocia, blanco de protestas programadas, será la primera visita papal oficial al Reino Unido. Juan Pablo II hizo un viaje pastoral en 1982.

Un grupo de mujeres, la Ordenación de Mujeres Católicas (CWO), pondrá su mensaje en los autobuses, que pasarán por lugares clave como el Westminster Hall y el Palacio de Westminster, donde el Papa tiene previsto dar un discurso a la sociedad civil del Reino Unido el viernes 17 de septiembre.

El grupo pagó 15.000 libras (23.130 dólares) para que 15 autobuses lleven el mensaje "Papa Benedicto: ordene ya a las mujeres", durante un mes.

"No queremos generar problemas, pero creemos que la Iglesia tiene que cambiar o no sobrevivirá", dijo la portavoz de CWO, Pat Brown.

"Soy bastante optimista en este momento porque creo que la Iglesia está desorganizada", opinó.

Brown también prevé protestar fuera del Palacio Lambeth durante una reunión entre el Papa y Rowan Williams, el arzobispo de Canterbury, jefe espiritual de la Iglesia de Inglaterra, la 'madre' de la Comunión Anglicana.

Creado en 1993, el CWO se describe como leal a la Iglesia Católica Romana y milita desde la interna por la inclusión y ordenación de las mujeres.

El grupo se enfureció por un documento del Vaticano el mes pasado que mencionó la ordenación de las mujeres en medio de las amplias revisiones de sus leyes contra el abuso sexual infantil.

El Vaticano luego negó las acusaciones de que veía a ambos como crímenes.

CWO también lanzó un grupo llamado 'Voces Católicas para una Reforma', en coincidencia con la visita del Papa, para contrarrestar 'Voces Católicas', una agrupación que tiene el apoyo de la Conferencia de Obispos de Inglaterra y Gales.

Ambos trabajarán juntos en temas controvertidos como el abuso infantil, la ordenación de las mujeres, el celibato, la homosexualidad y el modo en que se gobierna la Iglesia.

CWO no participará en la principal manifestación contra la visita del Sumo Pontífice, que es organizada bajo el lema 'Proteste contra el Papa', e incluye a humanistas, secularistas y defensores de los derechos homosexuales.

LONDRES (Reuters)

miércoles, 25 de agosto de 2010

Carta de nuestros queridos lectores

Una lectora nos envió su carta para contarnos como se sintió al hablar con una señora de la iglesia católica romana y defender su fe y su iglesia:
“Hola, me llamo Lupita y les escribo para contarles la experiencia que tuve al animarme a defender mi iglesia, cosa que no había hecho antes, por lo menos no con una persona desconocida.
La cosa estuvo así:
Yo me encontraba en casa, cuando tocaron a mi puerta. Abrí y se trataba de una señora de cierta edad. Era la “clásica” viejita piadosa repartiendo la “clásica” hojita parroquial. Yo le dije: no, gracias, yo no soy católica romana. Claro que ella se me quedó viendo como bicho raro, pero me preguntó de que iglesia era, a lo que le contesté que anglicana, entonces me dice, ¿entonces no eres católica? Le dije ¡claro que soy católica, pero no romana! La señora se quedó “de a seis” y me preguntó que en qué era diferente mi iglesia de la suya.
Yo le dije: Mire, yo pensaba que la diferencia entre mi iglesia y la suya era que los Padres se pueden casar, pero resulta que los padres católicos romanos de los países orientales también se casan, además, la iglesia romana ordena como diáconos a hombres casados, y por si fuera poco, el Papa está invitando a todos los sacerdotes que son casados y que nos son romanos a unirse a la iglesia católica romana. Entonces, que haya padres (o diáconos y obispos) casados no es lo que nos hace diferentes.
Yo le dije a la señora: Lo que de veras nos hace diferentes es que no juzgamos a las demás personas por ser de una iglesia diferente a la nuestra; lo que nos hace diferentes es que jamás en mi iglesia nos han dicho que somos los “únicos”, que somos los buenos, que los que están fuera de mi iglesia ya se condenaron. Somos diferentes porque nosotros vemos a los sacerdotes como Padres espirituales y como amigos, porque se interesan en nosotros, nos escuchan, y se dan cuenta si un día no vamos a misa o a algún grupo o actividad de la iglesia y entonces nos buscan; lo que nos hace diferentes es que en mi iglesia tratan de acercar a la gente a los sacramentos, a que comulguen, no como “en otros lugares” en donde por muchas reglas la gente no puede comulgar; mire, le dije, la gente en mi iglesia no tiene miedo de confesarse ni miedo de que el Padre los vaya a regañar o a gritar o a ponerlos en evidencia en frente de toda la gente; Son muchas cosas lo que nos hacen diferentes, pero sobre todo es que en mi iglesia nos respetan como personas, como hijos de Dios y nos dan libertad: podemos preguntar, podemos estudiar, prepararnos, para no ser de las personas que solo van a la iglesia porque los mandan o por el qué dirán.
No queremos ser “borregos”, queremos conocer bien nuestra fe para poder amar a Dios como dice la biblia: con todo nuestro corazón y con todas nuestras fuerzas y con toda nuestra MENTE.
Yo no sé de donde me salieron tantas palabras, y me acordé de lo que dice la biblia sobre no preocuparnos por lo que vamos a decir, que el Espíritu hablará por nosotros, y la verdad así me sentí. Yo digo que este fue como mi “primer round”, porque sé que habrá más personas que me pregunten de qué iglesia soy o en qué creo y quiero contestar con seguridad, no quiero esconderme o tener miedo al contestar, y quiero seguir preparándome para mis siguientes “encuentros “.
Gracias por este espacio y espero que mi experiencia sirva a otros jóvenes para que se animen a aprender más de su iglesia y dar un buen testimonio sobre todo como cristianos.
Atentamente
Lupita Comparán, orgullosamente anglicana (de la Comunión Latinoamericana de Iglesias en Tradición Anglicana)