domingo, 8 de agosto de 2010

Reflexión acerca de la lectura del Evangelio de hoy.


Hermanos hermanas en Cristo:

¡Paz en Cristo nuestro Sumo y Eterno Sacerdote!

“No tengan miedo, ovejas mías; USTEDES SON POCOS, pero el Padre, en su bondad, ha decidido darles el Reino. Vendan lo que tienen y den a los necesitados; procúrense bolsas que no se hagan viejas, riqueza sin fin en el Cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruir. Pues donde este la riqueza de ustedes, ahí estará también su corazón”. Lc 12,32-40

La Lectura del Evangelio de hoy es reconfortante y profunda. Y deseo resaltar dos ideas:

I.- USTEDES SON POCOS: Hay mucha gente que interpreta que una iglesia tiene la presencia de Dios por tener cientos, miles o millones de personas como miembros. Pero Cristo mismo nos dice lo contrario: USTEDES SON POCOS. En la vida espiritual siempre es preferible la calidad a la cantidad. Dice nuestro Señor: ancha es la puerta que lleva al infierno y muchos la siguen, y angosta es la puerta que lleva al Reino de los Cielos y POCOS la siguen. Es por eso, que en nuestras Parroquias y Diócesis nos sentimos contentos con el número de miembros que hay: Ya que en nuestra Iglesia todos los miembros están CONVENCIDOS de su Fe y de su amor por esta Iglesia. Muy diferente a otras iglesias donde son miembros por tradición, como si fueran “club familiares”: mi abuelita era miembro, mi mama era miembro… pues yo soy miembro. De esa gente no hay en nuestra Iglesia. Todos los miembros hemos experimentado un encuentro personal con el Señor Jesús y lo seguimos con fidelidad, no por “tradición o por costumbre”.

II.- Den a los necesitados: Uno de los mayores crímenes cometidos por las iglesias es el acumulamiento excesivo de riquezas a costa de la total pobreza de sus semejantes. Dice un santo Padre de la Iglesia (San Basilio): Lo que tenemos de más se lo hemos robado a los que no tienen nada. Como me duele ver templos tan grandes, tan lujosos, clérigos en autos del año y viviendo en mansiones… habiendo hermanos muriendo de hambre. A ese tipo de clérigos nuestro Señor Jesús les dice: ay de ustedes que ahora gozan, porque…
Porque recalco a los clérigos: porque los que predicamos el Mensaje del Señor tenemos derecho a vivir del Altar (como dira san Pablo en 1 Tim 4), pero no de enriquecernos, y con la avaricia de ellos, hacen que mucha gente pierda la Fe en Cristo y en su Palabra.
Todo clérigo (obispo, sacerdote o diacono) debe de vivir con decoro, pero, cuando vive con lujos se convierte en un traidor al Evangelio. Con orgullo puedo decir: En nuestra Iglesia ningún clérigo vive de la explotación del prójimo o de la venta de los Santos Sacramentos, como en “otras” iglesias.
Esto confirma mi decisión de ser miembro de la Iglesia Anglicana Sínodo Unido, como una inspiración venida del Espíritu Santo, ya que en esta comunidad vivimos de acuerdo al Evangelio. Sé que hay otras iglesias que luchan por vivir el Evangelio, pero a esta Iglesia me ha llamado nuestro Señor Jesucristo. De lo cual me siento orgulloso y le doy gracias.

Dios los bendiga.

¡¡¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!!!

Revdmo. ++Victor Hugo García Cortés
Arzobispo de la Provincia de Santo Tomas Becket
Iglesia anglicana Sínodo Unido.