domingo, 8 de agosto de 2010

Sexo...Santo y seguro.

Hermanos y hermanas en Cristo:

¡Paz en Cristo nuestro Sumo y Eterno Sacerdote!

Gran parte de las controversias que se están viviendo en la cristiandad se deben a un tema: la sexualidad humana.
Hay tres posturas al respecto:

a.- Los que ven todo como pecado, y dan por sentado que goce sensual es malo, y que el acto maravilloso de hacer el amor entre los esposos se reduce solo a la procreación de los hijos.

b.- El segundo grupo, es el que considera que todo se vale, el cual no toma en consideración lo que dice la Sagrada Escritura y dos mil años de Tradición cristiana. Dan por sentado que uno vino al mundo a gozar de una forma desordenada.

c.- En el tercer grupo estamos los miembros de la Iglesia Anglicana Sínodo Unido (y algunas otras iglesias). Creemos que todo lo creado es bello y santo (Gen 1 y 2). Que la sexualidad es un regalo de Dios, para gozar y para santificarnos, no mediante la abstinencia o el abuso, sino en el buen uso. Creemos que el ser humano es un ser sexuado de pies a cabeza, y que Dios no prohíbe el uso del sexo, lo que prohíbe es el abuso y mal uso de este don tan maravilloso.

Nuestra visión de la sexualidad esta en el contexto de una expresión del amor de Dios encarnado en todos los seres humanos.

Por ejemplo:

a.- En la Iglesia Anglicana Sínodo Unido, no están prohibido los preservativos, ya que, Dios bendice a cada pareja con la llegada de los hijos, pero le da a cada pareja la capacidad de escoger el numero y el momento de tenerlos. La planificación familiar no es una cuestión de moral: es una cuestión de sentido común y que le concierne a la pareja. Ya que no solo se debe de traer hijos al mundo: se les debe dar una calidad de vida.

b.- En cambio, está prohibido el aborto, ya que nadie puede asesinar a un ser humano indefenso.

c.- Las parejas que viven en juntos sin casarse ante la Iglesia, pueden Comulgar y Confesarse, ya que solo están viviendo en una situación “irregular”, pero que en nada impiden que se acerquen a Dios.
d.- Las parejas divorciadas y vueltas a casarse pueden Comulgar y acercarse a Dios, ya que, la mayoría de ellas, fracasaron en su matrimonio por “errores de juventud” o por otras cuestiones familiares o sociales, pero, no por maldad. No se trata de que alguien separe a esa pareja, se trata de que ese matrimonio se acabo en si mismo. El Sacramento del matrimonio se da por el amor de los esposos, cuando se acaba el amor… se acaba el matrimonio.

Nosotros no tratamos de imponer posturas sexuales a nuestros feligreses, lo que tratamos de hacer es educarlos en la RESPONSABILIDAD personal, para que cada pareja tome sus propias decisiones, para su realización familiar y su santificación como matrimonio.

En la Iglesia Anglicana Sínodo Unido el clero tiene AUTORIDAD MORAL para hablar de estos temas, ya que esta casado y sabe por experiencia propia lo que la sexualidad cristiana significa. Hay algunos clérigos “célibes” que pretenden hablar sobre sexo, cuando se supone no lo practican, pretenden hablar y hasta aconsejar sobre esposas e hijos, cuando ellos no tienen y no tienen la menos idea de los que esto significa.

Si deseas escuchar la voz de obispos y sacerdotes casados que viven la Palabra de Dios: Acércate a nosotros.

Dios los bendiga.

¡¡¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!!!

Revdmo. ++Victor Hugo García Cortés
Arzobispo de la Provincia de Santo Tomas Becket
Iglesia Anglicana Sínodo Unido.