jueves, 22 de julio de 2010

El que habita al abrigo del Altísimo...



El que habita al abrigo del Altísimo,
mora bajo la sombra del Omnipotente.
Dirá al Señor: "Refugio mío y castillo mío,
mi Dios en quien confío".
El te librará del lazo del cazador,
de la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
debajo de sus alas estarás seguro;
escudo y adarga será su fidelidad.

No temerás espanto nocturno,
ni saeta que vuele de día;
Ni pestilencia que acecha en la oscuridad,
ni enfermedad que a mediodía desola.
Caerán a tu lado mil, y diezmil a tu diestra,
mas a tí no te alcanzará.
Ciertamente con tus ojos mirarás,
y verás la recompensa de los malvados;
Porque hiciste del Señor tu refugio,
del Altísimo, tu habitación,
No te sobrevendrá mal alguno,
ni plaga tocará tu morada.

Pues a sus ángeles mandará cerca de tí,
que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarán,
para que tu pie no tropiece en piedra.

Sobre el león y el áspid pisarás;
hollarás al cachorro del león y a la serpiente.

"Por cuanto ha hecho pacto de amor conmigo,
yo lo libraré;
lo protegeré, por cuanto ha conocido mi Nombre.

Me invocará y yo le responderé;
con él estaré en la angustia;
lo libraré y le glorificaré.

Lo saciaré de largos días,
y le mostraré mi salvación.