El Vaticano debe abrir sus archivos sobre los abusos sexuales cometidos por sus clérigos, afirmó un grupo austríaco de defensa de las víctimas, afirmando que las nuevas reglas de la Iglesia católica sobre el manejo de estos casos son insuficientes.
“La justicia eclesiástica no nos interesa. El Vaticano todavía no está dispuesto a abrir sus archivos y a entregar a las autoridades civiles los registros relativos a los abusos” sexuales, declaró a la AFP el portavoz de un grupo llamado “Víctimas de la violencia de la Iglesia”, Franz-Jakob Purkarthofer.
La Iglesia católica trató de acelerar las investigaciones internas y endureció las reglas contra la pedofilia en el clero, adoptando procedimientos acelerados para los casos más urgentes, aumentando en diez años el período de prescripción y asimilando los abusos sexuales cometidos contra minusválidos mentales a la pedofilia.
Sin embargo, las nuevas reglas fueron inmediatamente criticadas por no ordenar que los autores de abusos sexuales comparezcan ante la justicia civil.
Otro grupo, “Wir sind Kirche” (Nosotros somos la Iglesia), que representa al sector progresista de la Iglesia católica en Austria, también consideró que estas nuevas medidas son “insuficientes”.
“Las medidas no van a las raíces de las estructuras dentro de la Iglesia. Estos abusos son en realidad abusos de poder en una forma sexual”, afirmó el portavoz Peter Hurka.
“Debería haber cambios estructurales, que limiten y controlen el poder de todos los jerarcas de la Iglesia, incluyendo a los obispos y el Papa”, agregó Hurka.
“La justicia eclesiástica no nos interesa. El Vaticano todavía no está dispuesto a abrir sus archivos y a entregar a las autoridades civiles los registros relativos a los abusos” sexuales, declaró a la AFP el portavoz de un grupo llamado “Víctimas de la violencia de la Iglesia”, Franz-Jakob Purkarthofer.
La Iglesia católica trató de acelerar las investigaciones internas y endureció las reglas contra la pedofilia en el clero, adoptando procedimientos acelerados para los casos más urgentes, aumentando en diez años el período de prescripción y asimilando los abusos sexuales cometidos contra minusválidos mentales a la pedofilia.
Sin embargo, las nuevas reglas fueron inmediatamente criticadas por no ordenar que los autores de abusos sexuales comparezcan ante la justicia civil.
Otro grupo, “Wir sind Kirche” (Nosotros somos la Iglesia), que representa al sector progresista de la Iglesia católica en Austria, también consideró que estas nuevas medidas son “insuficientes”.
“Las medidas no van a las raíces de las estructuras dentro de la Iglesia. Estos abusos son en realidad abusos de poder en una forma sexual”, afirmó el portavoz Peter Hurka.
“Debería haber cambios estructurales, que limiten y controlen el poder de todos los jerarcas de la Iglesia, incluyendo a los obispos y el Papa”, agregó Hurka.