El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pidió a su canciller, Nicolás Maduro, revisar un convenio firmado en marzo de 1964 entre la iglesia Católica y el Estado en el cual el Estado venezolano le concedió “ciertos privilegios” a la institución eclesial por sobre otras religiones.
Chávez se refirió a la firma del “Modus Vivendi” del 6 de marzo de 1964 entre el Estado venezolano y la Nunciatura Apostólica, documento que compromete el traspaso a la Iglesia católica nacional de recursos provenientes de la exportación de petróleo para la financiación de obras sociales y proyectos educativos.
Esos privilegios “sí que violan la Constitución”, remarcó Chávez en una alocución televisada en la que, entre otros asuntos, respondió a opiniones del cardenal Jorge Urosa, de que el Gobierno se está poniendo al margen de la Carta Magna al impulsar su proyecto hacia un sistema socialista.
Hugo Chávez reveló que la Asamblea Nacional ha convocado al cardenal Urosa para que explique su condena al socialismo. “Rezando no se aprende mucho” y “si bien hay algunos sacerdotes muy estudiados, hay otros, compadre, de una ignorancia supina y cavernícola”, desacreditó el mandatario.
De “Trogloditas” y “cavernícolas”, llamó Chávez, insistentemente a los obispos y arzobispos al leer párrafos de diversos documentos eclesiásticos y entrevistas a sacerdotes que han aludido al asunto y recordar que ganó las elecciones de 2006 “con más del 63 por ciento de los votos”, precisamente al proponer su proyecto socialista.
Tras admitir, como ya lo ha hecho en diversas ocasiones, que entre otras cosas es marxista, Chávez subrayó que, no obstante “y antes de ello, y más profundamente”, es cristiano, y que el socialismo es sinónimo de “democracia verdadera”. “Pero cuando ellos (los obispos y arzobispos) dicen que viene el socialismo marxista” lo que buscan es “tratar de meter miedo” a los venezolanos, señaló.
Chávez se refirió a la firma del “Modus Vivendi” del 6 de marzo de 1964 entre el Estado venezolano y la Nunciatura Apostólica, documento que compromete el traspaso a la Iglesia católica nacional de recursos provenientes de la exportación de petróleo para la financiación de obras sociales y proyectos educativos.
Esos privilegios “sí que violan la Constitución”, remarcó Chávez en una alocución televisada en la que, entre otros asuntos, respondió a opiniones del cardenal Jorge Urosa, de que el Gobierno se está poniendo al margen de la Carta Magna al impulsar su proyecto hacia un sistema socialista.
Hugo Chávez reveló que la Asamblea Nacional ha convocado al cardenal Urosa para que explique su condena al socialismo. “Rezando no se aprende mucho” y “si bien hay algunos sacerdotes muy estudiados, hay otros, compadre, de una ignorancia supina y cavernícola”, desacreditó el mandatario.
De “Trogloditas” y “cavernícolas”, llamó Chávez, insistentemente a los obispos y arzobispos al leer párrafos de diversos documentos eclesiásticos y entrevistas a sacerdotes que han aludido al asunto y recordar que ganó las elecciones de 2006 “con más del 63 por ciento de los votos”, precisamente al proponer su proyecto socialista.
Tras admitir, como ya lo ha hecho en diversas ocasiones, que entre otras cosas es marxista, Chávez subrayó que, no obstante “y antes de ello, y más profundamente”, es cristiano, y que el socialismo es sinónimo de “democracia verdadera”. “Pero cuando ellos (los obispos y arzobispos) dicen que viene el socialismo marxista” lo que buscan es “tratar de meter miedo” a los venezolanos, señaló.