Consenso Anglicano-Luterano internacional sobre doctrina, el cual ha sido resumido de la siguiente manera:
1. Aceptamos la autoridad de las Escrituras canónicas del Viejo y Nuevo Testamentos. Leemos las Escrituras litúrgicamente durante el curso del año eclesial.
2. Aceptamos el Credo Niceno-Constantinopolitano, así como el Credo de los Apostoles, y confesamos los Dogmas Trinitarios y Cristológicos básicos que dichos credos testifican. Es decir, creemos que Jesús de Nazareth es Dios Verdadero y Hombre Verdadero, y que Dios se halla auténticamente identificado como Padre, Hijo y Espíritu Santo.
3. Las órdenes de servicio usadas por los Anglicanos y Luteranos para la Eucaristía, los Oficios de la Oración, la administración del Bautismo, los ritos de Matrimonio, Entierro, y Confesión y Absolución, son muy similares. Reconocemos que la liturgia es una celebración de salvación a través de Cristo, así como un factor decisivo en la formación de consensus fidelium. Tenemos muchos himnos, cánticos, y colectas en común.
4. Creemos que el bautismo por agua en el nombre del Dios Triuno une al bautizado con la muerte y resurrección de Jesucristo, le inicia en la Iglesia que es una, santa, católica y apostólica, y le confiere el don de gracia de la nueva vida.
5. Creemos que el Cuerpo y Sangre de Cristo están realmente presentes, compartidos y recibidos bajo las formas de pan y vino en la Cena del Señor. También creemos que la gracia del divino perdón ofrecido en el sacramento es recibida con la ofrenda agradecida de nosotros mismos al servicio de Dios.
6. Creemos y proclamamos el evangelio según el cual, Dios ama y redime al mundo en la persona de Jesucristo. Compartimos un entendimiento común de la Gracia justificadora de Dios, es decir, que somos hallados y hechos justos delante de Dios sólo por la Gracia, a través de la fe, y gracias a los méritos de Nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. No por nuestros propios méritos u obras. Nuestras dos tradiciones afirman que la justificación conduce y debe conducir a "obras de bien"; temas auténticos de auténtica fe en el amor.
7. Anglicanos y Luteranos creemos que la iglesia no es creación de individuos creyentes, sino que está constituída y sostenida por el Dios Trinitario, por medio de su acción salvadora en la Palabra y los Sacramentos. Creemos que la iglesia es enviada al mundo para ser un símbolo, instrumento, y una muestra del reino de Dios por venir. Pero también reconocemos que la iglesia vive en necesidad constante de reforma y renovación.
8. Creemos que todos los miembros de la iglesia están llamados a participar en la misión apostólica de la iglesia. Es por eso que el Espíritu Santo les encomienda ministerios variados. Dentro de la comunidad de la iglesia, el ministerio ordenado existe para servir al ministerio más amplio del pueblo de Dios.
9. Creemos que el ministerio de la Palabra y el Sacramento es un don de Dios a su iglesia y es, por lo tanto, un oficio de institución divina. Creemos que un ministerio de cuidado pastoral (episkope), practicado de manera personal, colegial y comunal, es necesario para testimoniar y salvaguardar la unidad y apostolicidad de la iglesia.
10. Compartimos una esperanza común relacionada con la consumación del reino de Dios, y creemos tener el mandato de trabajar por el establecimiento de la justicia y la paz. Las obligaciones del reino determinan la forma en que hemos de conducir nuestra vida en la iglesia y nuestro objetivo en el mundo. La fe cristiana sostiene que Dios ha hecho la paz "mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz" (Col. 1:20) estableciendo de ese modo, el único centro válido para la unidad de toda la familia humana.
"un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, uno es Dios, Padre de todos, que está sobre todos, entre todos, en todos." Ef 4,5s.